Pensar la escuela del tercer milenio nos plantea el desafío de la diversidad de las aulas en un mundo cambiante, en un contexto sociopolítico y económico que se modifica día a día, con la repercusión que esto tiene en la constitución subjetiva de los alumnos y de los maestros, en el entramado de las relaciones interpersonales y en el tejido social.